El día en que Chile empató con Uruguay y que mi familia hizo un rico asado, pecoso no vino a mi casa. ¡Viste! Aprendo a golpes, pero aprendo. No digo que no me importe, me gustaría que estuviésemos ahora abrazaditos y calentitos, pero no ocurrió. Siempre supe que sería así :) y eso es lo que aprendí, el que nada espera, nada lo desespera. El que no se hace expectativas, luego no se decepciona. Eterno dedito para arriba para mi :D

Primera vez, que lo escucho decir tan decididamente que vendrá a mi casa, sin que yo se lo diga insistentemente. Debiera gritar, saltar, llorar, pero no. No me permito emocionarme, ningún sentimiento exagerado está permitido. Sé que no vendrás, no puedo ilusionarme así. No puedo.

Al parecer jamás podré ser perfecta para ti, incluso si me esfuerzo. No, no soy rubia. Y nunca lo seré. Sentí como mi pecho se estremeció, me dolió físicamente. Sólo porque prometí no volver a llorar por ti no lo hice. Dolor físico, mierda.

Automufa. Qué tontera. Pelea sin sentido. ¿Estoy rara? ¿Ya no siento lo mismo? No entiendo nada. MAL.

Automufa. Qué tontera. Pelea sin sentido. ¿Estoy rara? ¿Ya no siento lo mismo? No entiendo nada. MAL.

Me fascina tanta tranquilidad, que agradable volver de tus brazos y seguir perfectos en la distancia. Me agrada demasiado, no pelear, no hablar nada malo. Me gusta reírme siempre y aunque no nos digamos "cochinadas". No hay nada como la tranquilidad. NADA.

A veces me duermo, lo sé. Sólo pido que me disculpes, porque aunque parezco estar lejos, la mayor parte del tiempo, te estoy soñando a ti.

Qué maravilla volver a tu casa, comer juntos, acostarnos, hacernos cariñito y luego salir. Salir y pasarlo bien, viajar al lado del mar y volver nuevamente a tu pieza, a tu cama, calentitos para calentarnos. ¡Aw! Amo tu compañía. La disfruto.

Esa euforia me hizo olvidar las instituciones que durante años me habían aconsejado el absoluto silencio. Lo menos que puede llamarse a esto es miopía. Nunca vemos lo suficientemente lejos, eso es todo.

Como siempre, maestro, la palabra precisa. ¡Silencio! No logré ver con tus ojos… miré demasiado cerca.

Me debato entre la certeza de dejarte ir y el deseo de ser absoluta junto a ti. Pero tú me dices que me quede, me exiges que me quede y eso me da fuerzas. Eres mi ilusión, eres mi proyección. Te amo, con todo lo que tengo, con todo lo que tendré.